Las fotos de este tipo de pancito tan tierno hace tiempo vienen tapizando mi Instagram (para ser exacta, desde que comenzó octubre). Estoy suscripta a un montón de cuentas de pasteleros/cocineros hogareños japoneses que crean los platos más adorables, y esta receta apareció en la mayoría de esas cuentas. Aunque en Argentina no estemos en otoño y los zapallos no sean temáticos, no me pude resistir a hacer esta receta. De todas formas, se acerca Halloween y, a pesar de que no se festeja en nuestro país de manera masiva, a mí me parece súper divertido crear comida que acompañe esta celebración.
Notas
-Si te parece que no te va a gustar con el puré de zapallo como relleno, lo podés omitir y hacer 1 y ½ recetas de la parte de la masa. También los podés rellenar con lo que prefieras, por ejemplo: una mezcla de pasas de uva, damascos secos picados, nueces… Igualmente está bueno darle una chance al relleno de zapallo, a mí me encanta porque el kabocha es super cremoso y dulce!
Pancitos de calabaza
(6 unidades, 30 minutos de preparación activa y aproximadamente 2,5 hs de levado)
Ingredientes
Masa:
-50 gr de puré de zapallo kabocha*
-200 gr de harina (yo usé mitad harina integral y mitad harina para pastelería “0000”)
-80 gr de leche vegetal (yo usé leche de coco casera)
-20 gr de aceite de coco a temperatura ambiente (si el ambiente estuviera muy frio, calentar el aceite levemente hasta que quede con consistencia de pomada)
-3 gr de levadura deshidratada
-20 gr de azúcar mascabo previamente procesada
-3 gr de sal
Relleno:
-150 gr de puré de zapallo kabocha* (si tu zapallo no está muy dulce, podés agregar un poco de azúcar al relleno, unos 10 gr. deberían ser suficientes)
-20 gr de aceite de coco
Decoración:
-6 semillas de zapallo (de las peladas)
Otros:
-Aceite de sabor neutro para untar la asadera y los hilos
Equipamiento necesario
-Balanza
-Hilo de atar
-Papel film
-Asadera
Procedimiento
*Para hacer el puré de zapallo kabocha, colocar un cuarto de zapallo (limpio y sin semillas) en el horno y cocinarlo hasta que la cáscara sea atravesada fácilmente por un cuchillo. Extraer la pulpa, pisarla hasta formar un puré y enfriarla.
Para hacer la masa, mezclar en un bol amplio la harina con la levadura y la sal. Por otro lado unir el puré de zapallo con la leche y el azúcar mascabo y mezclar bien.
Unir ambas preparaciones y mezclar. Cuando se haga dificultoso seguir mezclando, adicionar el aceite de coco y mezclar todavía un poco más. Bajar la masa a la mesada y amasar. La masa es pegajosa, pero debe ser así para que quede bien húmeda y tierna luego de la cocción. Para amasarla en forma más fácil, levantar la masa con una espátula y tirarla contra la mesada repetidas veces. Cuando se observa que la masa está lisa y desarrolló el gluten (cuando la pinchas con el dedo la masa vuelve a su lugar demostrando elasticidad), se puede dejar de amasar. Tratar de no agregar harina durante el amasado, de ser necesario untarse las manos con aceite de coco para terminar de dar forma al bollo. Dejar descansar la masa en un bol tapado con papel film en un lugar cálido sin corrientes de aire hasta que duplique su tamaño.
Para el relleno, mezclar el puré de zapallo con el aceite de coco con consistencia de pomada o líquido y reservarlo en la heladera.
Cuando haya levado el bollo, cortarlo en 6 porciones (pueden ser las 6 del mismo tamaño o hacer 3 más grandes y 3 más pequeños para que queden lindos apilados).Separar también el relleno en 6 partes y hacer bolitas (es más fácil hacer esto con las manos húmedas) de acuerdo a los tamaños elegidos para los pancitos. Dejar el resto de las porciones de masa bajo un papel film mientras se trabaja con una de ellas. Desgasificar la porción (quitarle el aire del levado aplastándola) y darle forma circular, colocar una bolita de relleno y cerrar pinchando el cierre. Darle forma bien redondita y dejarlo bajo el film. Repetir con todas las piezas. Colocar las esferas de masa sobre una asadera aceitada y pasarles 4 vueltas de hilo aceitado alrededor, formando los 8 “gajos” del zapallo (ver imagen). Atar el hilo y cortar el excedente. Tapar con papel film y dejar levar nuevamente hasta que más o menos dupliquen su tamaño.
Precalentar el horno a temperatura media (180-190°c).
Cuando los panes hayan levado, llevarlos al horno (previamente se les puede pulverizar un poco de agua puesta en una botella con spray, para que queden más brillantes) hasta que estén dorados.
Dejar entibiar y remover con cuidados los hilos. Clavar una semilla de zapallo en la el centro superior de cada pan para simular un cabito. Listo, ahora a disfrutarlos! 😀